La sospecha y su pariente cercano, los celos, son los «venenos más amargos del mundo». Están compuestos de suposiciones, rumores, y murmuración mal intencionada, y están mezcladas en la vasija de las mentes confusas e inseguras. No tienen ningún propósito útil en la tierra, y en cambio torturan a todo aquel que las posea. Es mucho mejor que la persona confirme todos sus temores a que viva con sospechas no comprobadas…
HBJ. BLOG ESCRIBIDOR SENCILLO
HERNÁN BALDERRAMA JABALOYA.